Jesuïtes Catalunya. En
un momento en que el continente europeo se plantea cómo responder a la
crisis de refugiados, es necesario recordar que en el mundo más de 60
millones de personas se encuentran refugiadas o desplazadas, a causa de
persecuciones, conflictos, violencia generalizada o violación de los
derechos humanos. El Servicio Jesuita a los Refugiados es una de las
organizaciones que trabaja para acompañar a estas personas, y lo hace
especialmente atendiendo a la población más vulnerable y con proyectos
educativos y de apoyo psicosocial, entre otros.
En los campos de refugiados de Maban, en Sudán del Sur, dos jesuitas
catalanes, Pau Vidal y Álvar Sánchez, trabajan acompañando a los
refugiados y desplazados internos. “Vivir en un campo de refugiados
significa tocar el fracaso del mundo”, explica Pau Vidal, “las
consecuencias de una injustigica estructural muy grande”. A pesar de
todo, uno de sus retos es dar sentido al tiempo de exilio y evitar que
se conviertan en años perdidos. De ahí la importancia de impulsar
proyectos educativos, que permitan construir un futuro mejor. Recogemos
su testimonio en este vídeo.
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